Pilas sectores económicos

Por Javier Gutiérrez López, CEO de IQ Integrity AML
04 de marzo de 2023

Para que los sectores económicos enfrenten de la mejor forma los dineros ilícitos, el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo, la corrupción, las economías ilícitas y los delitos fuente del lavado como el narcotráfico y la extorsión, entre otros (65 delitos fuente Código Penal colombiano artículos 323 y 345), todos los sectores de la economía, todas las empresas, los responsables de cumplimiento y los demás actores de la sociedad que tienen funciones en las fases antilavado (prevención, detección, investigación y juzgamiento), tienen la misión y obligación de aplicar permanentemente el Enfoque Basado en Riesgos (Recomendación 1 del Estándar del Grupo de Acción Financiera Internacional – GAFI), es decir, entender amenazas, vulnerabilidades y riesgos asociados a estos delitos.

Un requisito indispensable es conocer y comprender plenamente los entornos y contextos dinámicos de la criminalidad para generar oportunamente los planes de mitigación y las políticas sustentadas en conocimiento y, a partir de este, desarrollar la combinación óptima antilavado de los capitales tecnológico y humano, cumplir plenamente los estándares y la normatividad internacionales aplicables, además de la normatividad nacional.

Es necesario y urgente lograr máxima efectividad de la función antilavado, cumpliendo técnicamente, como mínimo, las 40 Recomendaciones del GAFI, las directrices del Sistema de Administración de Riegos de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo – SARLAFT de la Superintendencia Financiera de Colombia, del Sistema de Autocontrol y Gestión de Riesgos Integral de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo – SAGRILAFT de la Superintendencia de Sociedades, del Sistema de Prevención y Control del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo – SIPLAFT, los Programas de Transparencia y Ética Empresarial – PTEE, los Programas de Prevención del Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo.

Además, desarrollar especialmente, frente al proceso electoral en marcha, los sistemas de prevención y detección con respecto a las cuentas y los dineros de las campañas electorales y movimientos políticos. Lo anterior es la sobrilla que le protege de los riesgos reputacional, de contagio, operativo y legal, entre otros.

La supervivencia de su negocio está en juego y ese cumplimiento técnico (normativo) es condición necesaria pero no suficiente de su efectividad y protección, se demandan medidas mayores, como Debida Diligencia del Cliente o de la contraparte intensificada y continua, y utilizar toda la información disponible, accesible y de buena calidad para dicho propósito.

De la misma forma, es necesario incorporar el capital humano adecuado, capaz de optimizar el uso de los datos y la tecnología, para hacer los análisis rigurosos que prevengan, detecten y generen informes y Reportes de Operaciones Sospechosas – ROS útiles para la Unidad de Inteligencia Financiera y denuncias efectivas con destino a la Fiscalía General de la Nación, manteniendo todos los registros de los procesos y procedimientos aplicados.

Hay que entender y aplicar el Enfoque Basado en Riesgo en toda su dimensión, porque las condiciones de la amenaza de lavado, las vulnerabilidades y los riesgos de hace dos décadas o del último lustro no son las mismas de las de hace dos años, y las condiciones de hoy no serán las mismas en los próximos años (indispensable sumar conocimiento, prospectiva y anticipación).

Si no se aplica correctamente el Enfoque Basado en Riesgos y las medidas de mitigación, los sistemas de administración, de autocontrol y gestión o de prevención no tendrán las características necesarias y suficientes para evitar la materialización de los nuevos riesgos, no tendrán la fortaleza para prevenir o detectar la entrada de dineros de origen ilícito o actores criminales en los negocios, poniendo en riesgo la sostenibilidad.

Hoy más que nunca en la historia de Colombia el sistema antilavado de activos, contra el financiamiento del terrorismo y contra el financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva, debe prepararse y fortalecerse para enfrentar varios escenarios. El primero, cada vez más exigente, está relacionado con el cumplimiento de los Estándares GAFI, no tanto en cuanto al check list técnico de las 40 Recomendaciones, sino en lo relativo a la efectividad, es decir, al cumplimiento de los 11 Resultados Inmediatos asociados a las 40 Recomendaciones, que se califican en los procesos de Evaluación Mutua del GAFI y de los grupos regionales al estilo GAFI, como el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica – GAFILAT, del cual hace parte Colombia y 17 países más de la región.

Estos procesos de evaluación están cerrando la IV Ronda de Evaluaciones Mutuas e iniciando la preparación para la V Ronda en la que el país debe mostrar los mejores resultados, la mayor efectividad, por la reputación del sistema, de la economía y los negocios. Colombia no puede caer en listas grises del GAFI o en lo que se conoce como el ICRG (International Co-operation Review Group), o ser catalogado como jurisdicción de alto riesgo, eso sería altamente perjudicial para el crecimiento, la generación de empleo y los ingresos de las familias.

El segundo escenario se refiere al real y potencial crecimiento de dineros de origen ilícito, escenario que se vislumbra adverso. El crecimiento de 43% en cultivos de hoja de coca en 2021 y la potencial tendencia creciente para los siguientes años, se asocia, después de toda la cadena del narcotráfico, hasta la comercialización, a posible crecimiento o expectativa de ganancia para las redes de crimen organizado por narcotráfico, contrabando, corrupción y demás delitos fuente de lavado de activos. Estos dineros siempre buscan lavarse, sea una parte en el exterior y otra parte en Colombia.

A hoy, el volumen de dineros a lavarse en Colombia se estima en 6% del PIB si la institucionalidad actúa con severidad contra economías ilícitas y el lavado de activos, de lo contrario ese valor se incrementará. En cualquier escenario la cifra es enorme y el peligro para el sector productivo es significativo.

Para que los sectores económicos tengan resiliencia y sostenibilidad frente a las nuevas condiciones, el sector privado colombiano debe ser cooperante en materia antilavado. El compromiso lo ha tenido históricamente, sin embargo, ahora debe tener en cuenta que los sistemas y los controles antilavado del pasado seguramente ya no aplican en el presente ni aplicarán en el futuro próximo.

Hagamos este símil, ya no es suficiente tener una casa en un sitio con baja probabilidad de derrumbes o inundaciones, con buenos cimientos y además antisísmica. No solo la intensidad de las lluvias, las probabilidades de derrumbes y de actividad sísmica se intensificaron, sino que el agua está rodeando la casa, por tanto, es urgente construir un barco con toda la fortaleza y características para que navegue seguro, se aleje de los derrumbes, soporte tormentas y no permita que el agua se ingrese y lo hunda. Hay que pasar de una casa a un barco y no cualquier barco (el Nanchang o el USS NIMITZ).

Cuando las condiciones cambian y las amenazas son crecientes en volumen, actores y modus operandi, hay que analizar muy bien las vulnerabilidades, riesgos y consecuencias y generar las condiciones óptimas, me refiero a la función de producción antilavado que maximice los resultados en cumplimiento técnico y efectividad, la protección.

Si no se actúa desde ya frente a esa amenaza real y potencial, las consecuencias pueden ser perversas para la economía por la pérdida de reputación de los negocios, desconfianza de los mercados internacionales, limitantes y desincentivos a la inversión extranjera, tasas de interés altas, difícil acceso al crédito, baja inversión, desaceleración del comercio exterior, bajo crecimiento, restricciones a la generación de empleo o pérdida de puestos de trabajo, afectación al ingreso de las familias, baja demanda y pobre crecimiento; en pocas palabras, se generaría un círculo vicioso originado en la inefectividad de los sistemas de administración, autocontrol, gestión, prevención y detección de lavado de activos. Si los dineros de origen ilícito crecen y los sistemas antilavado no se modernizan, fortalecen y soportan pruebas de estrés (evaluación de la resistencia del sistema en condiciones extremas o no naturales), la materialización de riesgos podrá conllevar la no supervivencia del sector productivo.

Un sistema antilavado fuerte, con buena reputación internacional, con alto compromiso y efectividad del sector productivo y de los negocios, hará que la economía colombiana soporte la presión de lavado en el circuito económico legal. Cuidado con el diseño y pruebas a ese barco, a los sistemas antilavado, la innovación y modernización son necesarias en escenarios cambiantes adversos. El futuro está en juego y los sistemas antilavado juegan y jugarán un rol fundamental.

Publicada en: RCN