Amenaza, uso de tecnología y efectividad antilavado

Por: Javier Gutiérrez López, CEO de IQ Integrity AML

El mundo se enfrenta a un desafío de poderes entre la legalidad y la ilegalidad, el primero destructor de principios, valores, ingresos y bienestar y el segundo creador de condiciones para el crecimiento, la generación de empleo, el aumento de los ingresos de las familias y mejores condiciones de vida para toda la sociedad.

Se trata de una partida de ajedrez en donde las fichas negras representan al crimen organizado transnacional que se atomiza en todas las jurisdicciones, de distintas formas y con diversos actores criminales, sin respetar fronteras, sectores, ni leyes, y las fichas blancas están caracterizadas por las fuerzas institucionales que agrupan a las entidades públicas (Gobierno y Estado) encargadas de luchar contra los fenómenos delictivos en favor de la seguridad, la protección de la economía, la inversión, el comercio exterior, la salud, la educación, la infraestructura, el crecimiento, el control de la inflación, la equidad, el medio ambiente, y el bienestar de todos los ciudadanos, desde las diferentes competencias; y al sector privado, preocupado por la protección de sus empresas legales, generadoras de producción, riqueza y empleo; en articulación con el sector productivo.

El éxito en esta lucha de poderes radica en dos factores muy importantes. Por una parte, la aplicación efectiva del enfoque basado en riesgo, el flujo de la mayor información de calidad y el conocimiento acerca del adversario, sus movimientos y las estrategias que emplea. Este entendimiento incluye la identificación absoluta del escenario en el que se mueven las piezas, las variables que determinan cada movimiento y la anticipación de las jugadas, análisis anticipativo, prospectivo y diseño de futuros alternativos basados en datos, información y conocimiento.

El segundo factor está determinado por los instrumentos y mecanismos para minimizar las vulnerabilidades y los riesgos que, sumados a la articulación cooperativa y efectiva, configuran las herramientas y estrategias con las que cuenta un país para enfrentar las economías ilícitas, los actores ilícitos y los dineros de origen ilícito, detectar, bloquear los activos ilícitos e impactar el lavado de activos, evitar el financiamiento del terrorismo y los actos de terrorismo y, con todo ello, los impactos negativos que estos generan sobre la seguridad, la economía, el empleo y el bienestar. Tanto las herramientas como las estrategias no pueden ser estáticas porque el crimen organizado las advierte con rapidez y modifica sus movimientos para evadir las acciones del Estado.

Estos dos factores están relacionados, el conocimiento de la amenaza es el primer requisito para anteponerse al accionar delictivo con un enfoque basado en riesgo, operativo y táctico. El saber a qué se enfrentan los países facilita el diseño, puesta en marcha y medición de la efectividad de las estrategias disruptivas en contra de las estructuras criminales y sus economías ilícitas. Estas estrategias tienen como objetivo final el desmantelamiento de las organizaciones del crimen organizado nacional y transnacional, la protección de la economía y el bienestar de todos los ciudadanos.

Es fundamental conocer las amenazas (cuantitativa y cualitativa) y entender plenamente y aplicar en el sistema antilavado los instrumentos, mecanismos y estrategias para enfrentar de la mejor forma los retos que generan esas amenazas, soportado en un marco de cumplimiento de las 40 recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional – GAFI, de los 11 Resultados Inmediatos y de la normatividad internacional aplicable para que, a partir de la experiencia acumulada en el fortalecimiento y efectividad de los sistemas Antilavado de Activos, contra el Financiamiento del Terrorismo y contra el Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva – ALA/CFT/CFPADM, generar cada vez  mejores condiciones de productividad y efectividad antilavado en las empresas, en los sectores, en los países y en el mundo.

El objetivo para lograr metas en los sistemas ALA/CFT/CFPADM es transmitir conocimiento teórico, pero principalmente práctico para la red global antilavado y para todos sus actores en el sector público y privado con roles esenciales en la cadena de prevención, detección, investigación y judicialización. Los entrenamientos prácticos deben tener como elemento central la Ciencia, la Tecnología y la Innovación – CTI como variables fundamentales para la efectividad contra el lavado de activos, sus delitos fuente y el financiamiento del terrorismo, utilizadas en procesos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I + D + I) aplicados en distintas fases, procesos y procedimientos del sistema, como determinantes de su fortaleza, solidez, dinámica y efectividad. Esta efectividad se traduce en el aumento de la tasa de interceptación de dineros y activos de origen ilícito, mediante el diseño e implementación de una función de producción óptima ALA/CFT/CFPADM que afecte estructuralmente a las redes criminales para lograr su desmantelamiento. Conocimiento, desarrollo tecnológico, cooperación y anticipación son claves para jugar con las fichas blancas y ganar la partida contra la criminalidad y el lavado de activos.